September 4, 2008

Manejar por diversión

Es bien pesado tener la idea de lo que se quiere escribir y no saber como empezar.

Es gracioso, pero una de las canciones que mas retumba en mi cabeza ahora (a pesar que estoy escuchando un versión rare de Something) es esa que tiene un trozo que dice "y al final nunca sé como empezar..."

Es gracioso, pues mas verdad que esa no puedes encontrar, y mas que verdad, hay una contradicción que me encanta.

No se si sea a propósito, quizá si, pero contradicción o no, a todos nos ha pasado.

En fin, este punto de conversación no va por ese lado. Veamos pues, como sale.

Hace un tiempo, el señor que me llevaba al trabajo me comenzó a conversar asi de nada, acerca de muchas cosas relacionadas a su trabajo, todo para el, eran minutos, respeto, rutas y rapidez.

Es que, si vamos por este camino, estariamos ganando 6 minutos, señor.

Mientras hablaba de mejorar tiempos, conocer cada ruta o peor aun (por decirlo asi) arriesgar con nuevas vías con tal de llegar mas temprano, mi mente volaba hacia esas lecturas que comentaban cosas como innovación, mejora de procesos, tiempos, riesgos...

"Señor, no hay problema si vamos por esta zona de Surco, no? el otro día hice 7 minutos menos!"

Mientras asentia mi mente volvía a las comparaciones con tantas cosas que suceden en el trabajo, tantas cosas que a veces son tomadas a la ligera, pero determinan diferencias entre cada ente que pasa por mi zona de labores.

Ya había dejado de leer lo que sabrá Dios estaba leyendo, hace mucho que no pensaba cosas como "este tipo es un genio",
Pues no sabia si pagarle de más o pedirle que se detenga para invitarle aquel desayuno que me decía acababa de perderse.

Ese señor habia logrado cambiar mi mañana, y mientras se acercaba el punto de llegada, me la pasaba pensando en la manera de conversar con quien fuera posible para que lo contraten como motivador. Lo siento Cornejo, lo que necesitamos viene en empaque amarillo.

Llegamos al Parque de las Aguas a tiempo, uniforme en mano procedí a subir al edificio del trabajo, lentamente. La verdad es que no queria bajarme del carro.

Han pasado días de aquella conversación y aun tengo en mis ojos aquel orgullo desbordante, esas ganas por cumplir con un trabajo que no es considerado por muchos como algo, digamosle, real.

A veces camino pensando en las cosas que aquel señor me decía, ya que cuestiones acerca de valorar el trabajo, mejora continua del servicio o el respeto a los demas no es algo que encuentras facilmente en estas calles de puro cemento, vidrio e insultos.

A veces camino pensando en por que diablos no todos piensan así, que por que no podemos cruzar la pista cuando es debido o por que demonios no podemos ceder el asiento cuando sube aquel viejito cansado.

Y del trabajo, pues, no he dejado de preguntarme como es que muchas personas solo ven al trabajo, como eso, trabajo.

A pesar que muchas veces he logrado compartir entre bromas esa idea de que el trabajo te quita ocho horas diarias de vida. En realidad mi concepto es hacer lo que te gusta con tal de no perder ocho horas cada día.


Hoy mientras intentaba llegar temprano conseguí uno de esos taxis que me preguntaron cuanto pagas hasta allá.
La verdad es que no sigo esas conversaciones pues no sé si sepan realmente hasta donde quiero ir, pero esta vez fue todo diferente, necesitaba escapar y pronto.

El camino me dió muchas sonrisas, pero, no debido a que me encontré con el taxista consultor, para nada.

"Asi que todos los días va en taxi, usted debe ser millonario."

Esa fué una de las frases que ademas de hacerme reir, lograron que recuerde a un amigo que sin ningun problema se hubiera bajado del carro.

En mi caso, no me interesaba nada de lo que me decía el señor, pues, a veces no tiene sentido seguir ciertas conversaciones, ya que todo depende de tomar las cosas dependiendo de quien vengan.

Mientras conversaba por teléfono me daba cuenta del tiempo que tomaría en llegar a mi trabajo. Colgué y sonriendo le dije al señor "Benavides a esta hora?"

Me sorprendí bastante cuando me dijeron "bueno, usted es el que toma siempre la ruta, me hubiera dicho que vaya por otro lado"

La verdad es que, he llegado al momento en el que, me río de las estupideces de la gente, ya que considero una estupidez responder por responder, y la verdad es que todo varía dependiendo del tono con que vengan las cosas.

Y fue asi que, recordé mis clases y conversaciones sobre calidad de servicio, modales, sinceridad, educación...

A pesar de que no hubo tiempo para jugar mentalmente con las comparaciones. Lo que si vino a mi mente fue lo que me dijo un amigo taxista, muy pasado de años, eso si.
Uno a veces nace para ser taxista, otros simplemente tienen que serlo.

Lo gracioso es que, hasta el momento, la regla funciona, para todo.

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