Draft

Cada cierto tiempo me pregunto el porque de las cosas que estoy haciendo, las cosas que debo hacer o exactamente que he estado haciendo hasta el momento.

Cada cierto tiempo es que entro en esa etapa del tipo “que debo estar escribiendo?” o “que deberia escribir?” y la verdad es que muchas veces lo he mencionado, no creo que llegue el momento en el que me canse de hacerlo (osea, escribir).

Aunque muchas veces terminé hilando cosas en mi mente, quiza mas de una vez haya terminado conversando conmigo mismo mientras llego a mi casa, o entre semaforos y asientos que extraño.

La verdad es que el tiempo se acorta y dentro de poco no tendré siquiera un espacio donde escribir, un lugar donde descansar o un espacio para pensar.
El problema (no para mí sino para muchos otros) es que no me quita el sueño tal realidad, pero solo pensar en que no te tendré cerca, como que me corroe el alma…

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Esta frase siempre la he usado, y debo admitir que es una referencia a un buen amigo de mi etapa adulto adolecente (pues adolecia de muchas cosas, es la verdad). Este amigo tenia demasiadas historias que no puedo contar por eso limites determinados por el oscurantismo de la amistad. Pero dichas historias siempre me dejaban mensajes intermedios, decisiones latentes o corazonadas de cosas que podrian suceder en el momento preciso.
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El tiempo pasa y mientras seguimos viviendo parte de nuestros ideales siento como que algo mal estamos haciendo, como que algo deberiamos dejar de hacer.

A veces siento que deberiamos dejar este jueguito algo tonto (no para mi) para muchos, en los que mis exfamiliares podrian haber gritado desde cualquier lugar “como que ya es momento de que dejen de evitar lo evidente, no?” 

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Aun recuerdo lo que una vez escuché de bocas de una ex amiga (en realida ex todo) cuando mencionaba que le gustaba alguien pero que no sabia como decirlo, entonces su hermana se metia en la conversación y terminaba el sermón (que muchas veces ni palabras tenía pues todo convergía en gesticulaciones) con un bien sentado “dile que ya, que por que no estan?”
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Confio seriamente en que llegado un momento dejaremos de hacer lo que sabrá Dios (o el mismo Demonio que a veces llevamos dentro) que estemos haciendo.
Confio de que sí, pues ya me estoy cansando.