Avisando y no Avisando

Caminamos, poco...
por muchos lugares,

Caminamos poco,
pero buenas fueron las tardes en las que te sentabas a escucharme,

Escucharte no era difícil,
lo complicado creo que iba por el comprenderte,

El hecho de que estés allí era ya suficiente para mí,
nunca me dijiste una palabra,
yo te dije demasiadas, creo que hable por ambos,
Por ambos...

Cuando te conocí pensé que no durarías,
que se repetiría la historia,
que duraría poco...

ahora sonrío al recordar lo equivocado que estaba,

Renegabas mucho,
no conmigo,

creo que sabias con quienes hacerlo,

Vomitaste sobre mi hermana,
muchos dicen que fue por lo largo del viaje, ahora creo que fue a propósito,

Me sentía orgulloso al salir contigo, no sabes cuanto,
era en realidad, un orgullo muy extraño, que a la vez extraño...

Te fuiste una mañana muy fría,
como siempre
rompiendo las reglas,
sin avisar y avisando,

El aviso fue muy fuerte,
como siempre te hiciste notar,

Ese día fue terrible para mí,
imagínate...

Te quedaste en uno de los jardines de la casa,
te pedí que me ayudes pues la tarea era complicada,
como siempre me diste una mano...

Te fuiste ya hace mucho,
aun creo verte en los ojos de otros
pero solo como una simple imitación,
burda actuación, triste realidad,
no volverás, ni avisando, ni sin avisar.


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Tomado de: Caminamos (29 de Abril 2005)